Presentación
La Seguridad del Paciente, componente clave de la calidad asistencial, ha adquirido gran relevancia en los últimos años tanto para los pacientes y sus familias, que desean sentirse seguros y confiados en los cuidados sanitarios recibidos, como para las gestores y profesionales que desean ofrecer una asistencia sanitaria segura, efectiva y eficiente.
Los efectos no deseados secundarios en la atención sanitaria representan una causa de elevada morbilidad y mortalidad en todos los sistemas sanitarios desarrollados. La razón fundamental es la creciente complejidad del manejo de los pacientes, en el que interactúan factores organizativos, factores personales de los profesionales y factores relacionados con la enfermedad. Los daños que se pueden ocasionar a los pacientes en el ámbito sanitario y el coste que suponen a los sistemas sanitarios son de tal relevancia que las principales organizaciones y agencias internacionales de salud han desarrollado estrategias en los últimos años para proponer planes, acciones y medidas legislativas que permitan controlar los eventos adversos evitables en la práctica clínica. En este contexto, cabe destacar el plan de acción mundial para la seguridad del paciente 2021-2030 de la OMS, en la 74ª Asamblea Mundial de la Salud con el fin de potenciar la seguridad del paciente como un componente esencial en el diseño, los procedimientos y el desempeño de sistemas de todo el mundo.
En el ámbito nacional, el Ministerio de Sanidad, en su responsabilidad de mejorar la calidad del sistema sanitario en su conjunto, como establece la Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud , ha situado la seguridad del paciente en el centro de las políticas sanitarias como uno de los elementos clave de la mejora de la calidad,
Impulsa y promueve la Estrategia de Seguridad del paciente del Sistema Nacional de Salud (SNS) desde su primera versión desarrollada en 2005 en colaboración con las Comunidades Autónomas y diversos profesionales a través de sus organizaciones.
Tras 10 años de desarrollo de esta, se elaboró una actualización para el periodo 2015-2020 y, tras su evaluación realizada en el año 2021, se comienza a trabajar en la nueva edición con un horizonte temporal más amplio 2025-2035, que permita desplegar y desarrollar todos los objetivos que se plantean, destacando: reducir al máximo los posibles daños asociados a la atención sanitaria; priorizar la seguridad del paciente en todos los planes de salud como una dimensión transversal de la calidad asistencial e impulsar la seguridad del paciente en todos los niveles y ámbitos asistenciales del Sistema Nacional de Salud.
Objetivos
Los objetivos de la Estrategia de Seguridad del Paciente 2025-2035 son :
- Lograr en el Sistema Nacional de Salud la máxima reducción posible de los daños evitables debidos a una atención sanitaria poco segura.
- Priorizar la seguridad del paciente en todos los planes de salud como dimensión nuclear y transversal de la calidad asistencial.
Mejorar, impulsar y referenciar la seguridad del paciente en todos los niveles y ámbitos asistenciales del Sistema Nacional de Salud.
Puedes consultar la Estrategia de Seguridad del Paciente 2025-2035 aquí .